Calendario de CDC de vacunación recomendado para niños y adolescentes
Este mensaje se facilita en la Capítulo de Georgia - Academia Americana de Pediatria (Georgia Chapter - American Academy of Pediatrics)
Los riesgos de las enfermedades que las vacunas evitan son mucho mayores que las preocupaciones sin pruebas sobre su seguridad. Aconsejamos a todos los padres que garanticen la salud de sus hijos vacunándolos a tiempo.
La vacunación infantil rutinaria produce un descenso tremendo en infecciones graves. Se salvan vidas y se evitan sufrimientos. Antes que la vacuna fuera disponible, casi todo el mundo desarrollaba el sarampión durante la infancia. Todos los años, en Estados Unidos aproximadamente se hospitalizaban a 50.000 niños, de ellos, 1.000 de esos casos con lesiones cerebrales permanentes, y ocurrían 500 muertos. La poliomielitis paralizó a más de 20.000 personas por año. Las vacunas son excelentes para evitar enfermedades, complicaciones y para salvar vidas.
Las inmunizaciones son seguras. El estudio extensivo de las vacunas demuestra que proporcionan protección. Parte de esta investigación incluye probar nuevas vacunas junto con las vacunas existentes que se dan al mismo tiempo. La nueva vacuna debe demostrar que no disminuye la eficacia de las otras vacunas ni ocasiona reacciones más fuertes. La seguridad de las vacunas está supervisada por la Administración de Alimentos y Drogas (Food and Drug Administration) y por el Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC).
Los padres que retrasan o rechazan la vacunación ponen en riesgo a sus hijos. Brotes de sarampión este año demuestran que el sarampión está solamente a la distancia de un vuelo desde los países donde el índice de vacunaciones es bajo. En Estados Unidos 63 de los 64 casos de sarampión han ocurrido en personas no vacunadas.
El calendario de vacunaciones recomendado por la Academia Americana de Pediatras (American Academy of Pediatrics) y los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) ofrece las vacunas cuando son más eficaces. Las dosis múltiples de vacunas, durante un intervalo de tiempo, son necesarias para dar protección adecuada. El retraso de las vacunas expone a los niños y a la comunidad a riesgos innecesarios. Recibir las vacunas en el tiempo recomendado asegura estar inmunizado a la edad cuando los niños son más vulnerables a enfermedades prevenibles. Cuando las inmunizaciones se retrasan se pierde la oportunidad de evitar enfermedades que ocurren en la infancia y la niñez.
Hay personas que se preocupan sobre el contenido de los preservativos de mercurio en las vacunas. No ha habido nunca evidencia científica demostrando que un niño haya sufrido daños por el "timerosal", el mercurio preservativo que se usó en vacunas en el pasado. Estudios extensivos en Suecia, Dinamarca, el Reino Unido y los Estados Unidos no han demostrado asociación entre las vacunas que contienen "timerosal" y el autismo infantil. Otros estudios proporcionan evidencia que la vacuna triple vírica MMR (sarampión, paperas y rubéola) no causa autismo. Un estudio reciente en California investigó casos de autismo y otros trastornos cerebrales. Los investigadores compararon el diagnóstico del autismo antes del 2001 (el año en que se suprimió el "timerosal" de las vacunas, excepto en algunas de las vacunas para la gripe) con la tasa de diagnósticos después del 2001. Si el "timerosal" en las vacunas causara autismo, la tasa de diagnósticos hubiera disminuido después de suprimir el preservativo de mercurio. El estudio demostró que la tasa había aumentado.
Los padres se enfrentan aparentemente con una cantidad abrumadora de información sobre las vacunas y los posibles efectos secundarios. Les aconsejamos que busquen fuentes de información basadas en evidencia científica más que en información anecdótica y emotiva. Les proporcionamos una lista útil de sitios en el internet para los padres que deseen más información.
www.cispimmunize.org (AAP)
www.cdc.gov/vaccines (CDC)
www.immunizationinfo.org (Red Nacional de Información sobre Inmunizaciones)
www.immunize.org (Coalición de la Acción de Inmunización)
La vacunación infantil rutinaria produce un descenso tremendo en infecciones graves. Se salvan vidas y se evitan sufrimientos. Antes que la vacuna fuera disponible, casi todo el mundo desarrollaba el sarampión durante la infancia. Todos los años, en Estados Unidos aproximadamente se hospitalizaban a 50.000 niños, de ellos, 1.000 de esos casos con lesiones cerebrales permanentes, y ocurrían 500 muertos. La poliomielitis paralizó a más de 20.000 personas por año. Las vacunas son excelentes para evitar enfermedades, complicaciones y para salvar vidas.
Las inmunizaciones son seguras. El estudio extensivo de las vacunas demuestra que proporcionan protección. Parte de esta investigación incluye probar nuevas vacunas junto con las vacunas existentes que se dan al mismo tiempo. La nueva vacuna debe demostrar que no disminuye la eficacia de las otras vacunas ni ocasiona reacciones más fuertes. La seguridad de las vacunas está supervisada por la Administración de Alimentos y Drogas (Food and Drug Administration) y por el Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC).
Los padres que retrasan o rechazan la vacunación ponen en riesgo a sus hijos. Brotes de sarampión este año demuestran que el sarampión está solamente a la distancia de un vuelo desde los países donde el índice de vacunaciones es bajo. En Estados Unidos 63 de los 64 casos de sarampión han ocurrido en personas no vacunadas.
El calendario de vacunaciones recomendado por la Academia Americana de Pediatras (American Academy of Pediatrics) y los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) ofrece las vacunas cuando son más eficaces. Las dosis múltiples de vacunas, durante un intervalo de tiempo, son necesarias para dar protección adecuada. El retraso de las vacunas expone a los niños y a la comunidad a riesgos innecesarios. Recibir las vacunas en el tiempo recomendado asegura estar inmunizado a la edad cuando los niños son más vulnerables a enfermedades prevenibles. Cuando las inmunizaciones se retrasan se pierde la oportunidad de evitar enfermedades que ocurren en la infancia y la niñez.
Hay personas que se preocupan sobre el contenido de los preservativos de mercurio en las vacunas. No ha habido nunca evidencia científica demostrando que un niño haya sufrido daños por el "timerosal", el mercurio preservativo que se usó en vacunas en el pasado. Estudios extensivos en Suecia, Dinamarca, el Reino Unido y los Estados Unidos no han demostrado asociación entre las vacunas que contienen "timerosal" y el autismo infantil. Otros estudios proporcionan evidencia que la vacuna triple vírica MMR (sarampión, paperas y rubéola) no causa autismo. Un estudio reciente en California investigó casos de autismo y otros trastornos cerebrales. Los investigadores compararon el diagnóstico del autismo antes del 2001 (el año en que se suprimió el "timerosal" de las vacunas, excepto en algunas de las vacunas para la gripe) con la tasa de diagnósticos después del 2001. Si el "timerosal" en las vacunas causara autismo, la tasa de diagnósticos hubiera disminuido después de suprimir el preservativo de mercurio. El estudio demostró que la tasa había aumentado.
Los padres se enfrentan aparentemente con una cantidad abrumadora de información sobre las vacunas y los posibles efectos secundarios. Les aconsejamos que busquen fuentes de información basadas en evidencia científica más que en información anecdótica y emotiva. Les proporcionamos una lista útil de sitios en el internet para los padres que deseen más información.
www.cispimmunize.org (AAP)
www.cdc.gov/vaccines (CDC)
www.immunizationinfo.org (Red Nacional de Información sobre Inmunizaciones)
www.immunize.org (Coalición de la Acción de Inmunización)